|| Rodolfo Gamarra
Los usuarios deben esperar hasta seis horas para surtir los tanques. Según voceros del gobierno, la solución podría demorarse hasta tres semanas
Van tres días desde que se redujo el suministro de combustible en las bombas del estado Aragua. Por todas las redes sociales llegan reportes de los usuarios de las largas colas que se forman en las estaciones de servicio de la entidad.
La misma situación se presenta en otros estados del país, como Lara, Carabobo, Falcón, Zulia, Mérida, Barinas y Caracas, entre otras.
Según se pudo conocer por distintos medios el pasado jueves, la producción se ha visto limitada debido a una avería en el Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), y que la solución podría demorarse hasta tres semanas.
La información fue confirmada por voceros del Gobierno, quienes le restaron importancia y argumentaron, la compra nerviosa de combustible, como uno de los principales factores que, afecta la oferta en el territorio nacional.
TRANSPORTISTAS AFECTADOS
En varios estados se han reportado filas interminables, lo que ha producido que solo el 35% del trasporte superficial esté operativo, indicó José Luis Trocel, secretario del Comando Intergremial de Trasporte. Precisó que el 65% restante, se encuentra varado por falta de gasolina y gasoil.
En el estado Aragua, las colas pueden llegar a cubrir más de 10 cuadras y los conductores reportan hasta seis horas de espera para poder surtir el vehículo. Aseguran que la situación se ha visto agravada desde el jueves, sin que exista una respuesta contundente por parte de las autoridades nacionales.
José Pérez, conductor procedente de Turmero, indicó estar en la cola desde la 5:00 am de este sábado, “nos acostumbramos a vivir así, es triste que estas situaciones anormales se vuelvan cosas comunes en nuestra vida diaria”.
Yuri Garmendia, “vengo de La Morita para surtir mi vehículo aquí en Maracay, estoy desde las 4:30 de la madrugada, ya se comienza a ver de nuevo, la venta de puestos, el amiguismo y cualquier clase de alimañas humanas que quieren sacar dinero de la necesidad del conductor”.
Un trabajador de una estación de servicio, que no quiso identificarse, señaló, que son pocas las bombas que están operativas y que existe tráfico de influencias, a la hora del despacho de combustible.
“Realizamos los pedidos, llamamos a los encargados y nos ignoran, no dan respuesta, seguiremos en la espera”.
