|| David Marcano Duarte
Los camiones compactadores pasan cada dos semanas, mientras los desechos se amontonan en las calles
Desasistidos completamente por parte de los gobiernos municipal y regional, se sienten los habitantes de la urbanización El Paseo en municipio Mario Briceño Iragorry, en el estado Aragua. El motivo es la inconsistencia en la prestación del servicio de aseo urbano, lo que ocasiona que algunas personas arrojen bolsas de basura en varias áreas comunes de esa populosa comunidad.
En este sentido, el señor Carlos Dorantes, residente de los apartamentos, manifestó que una de las principales quejas y que representa un grave problema de salud pública, es el manejo de los desechos sólidos. Según dijo, esta situación viene dada por la irregularidad en la prestación del servicio de aseo urbano; así como también la falta de sentido de pertenencia de algunos vecinos que arrojan sus desperdicios en los espacios públicos.
“Muchas veces los camiones compactadores sólo pasan una vez o dos veces por semana, lo cual dada la cantidad de viviendas no es suficiente. Pese a que está estipulado una periodicidad de tres veces”, acotó.
En torno a este problema, Magaly Romero, residente de las casas de El Paseo, manifestó que el mayor problema lo representa la zona que colinda con los gimnasios y el Gimnasio Cubierto Rafael Romero Bolívar, que es utilizado por muchas personas como atajo para salir a la avenida Universidad.
“Se ha convertido en la zona de mayor acumulación de escombros y por donde además está la canal que recoge el agua de las lluvias y dada la proximidad del invierno, es preocupante”, dijo.
Por esta razón, hacen un llamado a las autoridades gubernamentales para que regularicen el servicio de aseo urbano antes de que se agudice la situación y se convierta en un mayor foco de contaminación.
Igualmente, exhortaron a los vecinos para que busquen otras alternativas donde arrojar la basura de sus hogares. Consideran que siempre hay que pensar en el beneficio colectivo y no en el bien individual.
Ambos coincidieron que una salida sería la colocación de containers como se acostumbraba anteriormente. Eso evitaría la proliferación de animales de rapiña y de recicladores, que, en su afán de buscar algún objeto de valor entre la basura, rompen las bolsas afeando aún más el panorama.
