A la pena máxima de 30 años de prisión fue condenado Carlos Gabriel Herrera Milazzo por violar y asesinar a su hijastra Sofía Romero, de 12 años, en el bloque 40 de Menca de Leoni, en Guarenas, Venezuela.
La adolescente fue violada y lanzada del piso siete del edificio residencial donde vivía.
Erlymar Romero, madre de Sofía, tuvo que luchar por más de un año y medio para que se hiciera justicia. “Siento alegría, pero esa alegría se embarga de tristeza porque siento que, aunque conseguimos la justicia para Sofía, eso no la trae de vuelta”, dijo.
Ella se enteró de la muerte de su hija por una llamada que recibió el 24 de enero de 2022. Para entonces, cumplía seis meses separada de sus hijos. Se los confió a su esposo, Carlos Herrera, mientras ella trabajaba y agilizaba pasaportes para reencontrarse con ellos en Estados Unidos.
Cuando entró la llamada con la noticia, faltaba menos de un mes para su encuentro.
Erlymar Romero creyó la versión que le dieron familiares de Carlos Herrera: que Sofía había muerto por suicidio. Sin embargo, al llegar a Venezuela y hablar con las autoridades de la Dirección de Investigaciones Penales (DIP) le dijeron la verdad: la niña había sido lanzada del piso siete del edificio residencial y también había sufrido abuso sexual.
Los principales sospechosos eran Herrera y Lorena Milazzo Istúriz, la madre de su esposo.
El Ministerio Público presentó como pruebas el protocolo de autopsia, luminol, planimetría, inspección técnica, extracción de contenido de móvil telefónico, activación de huellas en el sitio del suceso, experticia grafotécnica y testimoniales para demostrar la culpabilidad de los acusados.
De acuerdo con las investigaciones, Carlos Herrera tenía al menos cinco meses abusando de su hijastra al momento de que la niña muere. Ese día la abusó, golpeó y lesionó sus partes íntimas con un objeto contundente.
